Estamos en la era del crecimiento de la iglesia, no solo pequeños crecimientos sino grandes crecimientos. La iglesia mundial tiene la responsabilidad de continuar con estos crecimientos, pero esto solo es posible con la ayuda del Espíritu Santo.
Estamos en la era del crecimiento de la iglesia, no solo pequeños crecimientos sino grandes crecimientos. La iglesia mundial tiene la responsabilidad de continuar con estos crecimientos, pero esto solo es posible con la ayuda del Espíritu Santo.