En Aférrate a la esperanza, Chuck Swindoll nos asegura que podemos soportar calamidades inesperadas. ¿Cómo? Tomando nuestra posición sobre el fuerte fundamento de la Palabra de Dios. Cuando las pruebas y las tribulaciones retumban como una flota de buldóceres para demoler nuestras vidas, podemos emerger de los escombros con la firme determinación de recuperarnos y reconstruir. No solo para sobrevivir, sino para prosperar.