Las emociones se generan por nuestra forma de pensar, interpretar y valorar los hechos, no por los acontecimientos que vivimos. Si aprendemos a educar nuestro sistema de pensamientos, lograremos tomar mejores decisiones. Este es el desafío a enfrentar, y es una responsabilidad personal. Aprender a pensar de forma positiva lleva a las personas a confrontarse con que son ellas las responsables de sus propias emociones. Educar las emociones es una decisión para ayudarnos y ayudar a otros a mejorar la calidad de vida. Es un recorrido que tenemos que realizar día a día, cada día.