Jesús dijo que en el mundo tendríamos aflicción, y esto es precisamente lo que producen las pérdidas de la vida presente. Cuando no hay un claro y correcto entendimiento acerca de las pérdidas y de las aflicciones, no se consigue gestionar el dolor, y el consuelo no se presenta como una realidad divina. Entonces, ¿cómo consolamos a una generación como la nuestra, que lo está perdiendo todo? Por medio de este libro, Dios se presenta como la respuesta a este interrogante, partiendo del conflicto inicial entre dos verdad y engaño, que tuvo lugar en el huerto del Edén. Página tras página, el autor nos llevará a identificar la única y verdadera pérdida que, desde aquel entonces, ha dejado un vacío en todos los seres humanos -la pérdida de la vida de Dios-, aun cuando no son conscientes de ello por causa de la operación del engaño.