En El Gran Divorcio C.S. Lewis emplea nuevamente su formidable talento de fábula y alegoría. El escritor, en un sueño, se encuentra en un autobús que hace viajes al Infierno y el Cielo. Este es el punto de partida de una extraordinaria meditación sobre el bien y el mal que lidia con El Matrimonio del Cielo y el Infierno de William Blake. En palabras de Lewis, " Si insistimos en quedarnos con el infierno (o aún la tierra) nunca veremos el Cielo; si aceptamos el Cielo no será posible retener, siquiera el más pequeño e íntimo souvenir del Infierno."