El matrimonio y la familia fueron diseñados por Dios para expresar lo eterno en lo natural. Somos la lente por la cual la gente puede ver los aspectos eternos. Una familia alineada a lo eterno es la que tiene entendimiento de la importancia de ello, y entrena a sus hijos como colaboradores del Reino, entendiendo que, si una familia es restaurada, esto forma parte de la verdadera restauración que Dios está haciendo en su Familia, la lglesia. Cristo es el primogénito de muchos hermanos. Todo se trata de esta Familia. Dios lo encerró todo dentro de Cristo y nada que esté en él puede ser dañado. Esta maravillosa verdad se ha vuelto nuestra gran esperanza. En la medida en que este entendimiento crece, se vuelve imposible tener nuestra familia fuera de su Hijo. El Espíritu Santo busca que crezcamos en madurez, lo que no es otra cosa que la expresión de la vida de Cristo en nosotros, empezando desde nuestras familias. El Evangelio es una Vida que comienza en casa, es una Persona, la Palabra viva, es Cristo en nosotros. El Evangelio de la Cruz y Resurrección de Cristo es la única esperanza para llegar a ser conforme a la voluntad de Dios: Familias que expresan y multiplican lo eterno.